Resumen
Este artículo propone reflexiones sobre el modelo
de atención y gestión del parto y nacimiento
en el Sistema Único de Salud, considerando
las contribuciones de la Política Nacional
de Humanización (HumanizaSUS), desde la
perspectiva del cambio del actual panorama de
asistencia, caracterizado por la sumisión de la
mujer al saber biomédico, lo que se denomina de
parto tecnocrático, que utiliza poco las evidencias
científicas. Con el fin de disminuir la mortalidad
materna e infantil y calificar el cuidado, el
Ministerio de Salud presentó como una de sus
acciones el Pacto por la Reducción de la Mortalidad
Infantil el Plan de Calificación de las Maternidades y Redes Perinatales de la Amazonia Legal y Nordeste,
apostando en el apoyo institucional como estrategia
para fomentar cambios en las maternidades
prioritarias. Este plan fue organizado a partir
de cuatro directrices: la gestión democrática de
las maternidades; la calidez con clasificación del
riesgo; el derecho al acompañante y ambiente; y
la construcción de redes de cuidado perinatal. La
función apoyo institucional fue utilizada como
apuesta en una nueva ética en el trabajo, basada en la
construcción colectiva y cooperativa de soluciones a
los problemas señalados, que para superar requiere,
necesariamente, la producción de cambios en la
lógica y en las formas de organización del trabajo.
Las ofertas del plano (acogida, gestión participativa,
participación del acompañante, la experiencia de
buenas prácticas), en esta perspectiva, dejan de
ser acciones aisladas, para conectarse a un sentido
global de cuidado humanizado, cuya exigencia es la
construcción y experiencia de nuevas prácticas que
se presentan como nuevas formas de interacción
entre sujetos con nuevos valores, con la democracia,
la valorización de la diferencia, la construcción
colectiva y la garantía de los derechos humanos.