Resumen
Cómo reconsiderar los modos de gobierno,
de gestión, de organización del trabajo en el
área de la salud? Esta cuestión se confronta,
actualmente, con un gran desafío: el alto
grado de desarrollo del conocimiento en áreas
como la biología y las tecnologías médicas,
las múltiples profesiones relacionadas a la
gestión de cuidados, en escala regional y
nacional. Tratando de realizar una contribución
frente a este desafío, tomamos en cuenta
inicialmente algunas dimensiones inherentes
a cualquier actividad de trabajo. Frente a un
conjunto de normas que anteceden a cualquier
acción humana, afirmamos que es imposible
y no vivencial que esa acción, dentro de la
singularidad de una determinada situación
de vida y de trabajo, consista en su mera
aplicación. Entre las normas y la acción,
siempre se trata, de un encuentro parcial, de un
debate de normas, en parte inéditas, de donde
advienen inevitablemente elecciones, arbitrajes
orientados por nuestra relación con el mundo de
valores. Si cualquier trabajo siempre consiste
en la forma como se trate este encuentro
parcial o en el debate local de normas, cómo
podría esta substancia del trabajo ser visible,
cuantificable, evaluable en su esencia? En el
área de la salud, esta dimensión de encuentro
nos parece exacerbada por los múltiples
protagonistas pertinentes: encuentros cada vez
más (re)singularizados entre conocimientos,
técnicas profesiones, pacientes, usuarios,
grupos sociales. Si un debate de normas siempre
es “una dramaturgia del uso de uno mismo”, en
el ámbito de los cuidados siempre es, en gran
medida, un encuentro de dramaturgias del uso
de uno mismo. Basándose en dos observaciones
de G.Canguilhem, defendemos la idea de que
formas de cooperación innovadoras y creativas,
que ya comenzaron a aplicarse en algunos
lugares, deben ser colocadas a prueba en gran
escala para que integren todas las instrucciones
de estos encuentros en la gestión de la salud
pública.